Es de todos sabido, que la actividad humana está acabando con los recursos de la tierra. Estamos acabando con muchas especies de animales y vegetales.
Y, fíjate por dónde, su existencia está ligada a nuestra supervivencia.
La existencia de animales y plantas son los que mantienen la vida en el planeta.
Por ejemplo, tomemos el caso de las abejas, por citar uno: Sin abejas, no hay polinización, y por lo tanto si ellas desaparecen, no habrá comida.

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También sabemos que el abandono de la tierra produce más inundaciones, más plagas y más incendios.

En estos días, por ejemplo, hemos sufrido uno de los incendios más graves de la historia del país, en la Sierra de la culebra, el fuego dejó 30. 000 hectáreas calcinadas. Un verdadero desastre.

No hace tanto, una Pandemia, paralizó al mundo entero y nos hizo mirar hacia lo importante. Nos hizo huir de las grandes urbes e ir hacia las zonas rurales. Nos hizo valorar y comprender la importancia de la agricultura, la ganadería y los oficios rurales. Está muy bien vivir del turismo; tener fábricas y polígonos industriales. También son necesarios; pero lo que es cierto, es que todos los días vamos a necesitar a agricultores y ganaderos por lo menos, tres veces al día, para poder comer.

¿Y ahora qué?… Esa es la pregunta que nos hacemos todos.

Ahora toca poner de nuestra parte. No es el fin de los tiempos. Esto tiene arreglo, pero lleva trabajo. Empezando por revertir ese “fantástico” trabajo que hicieron con nosotros, a base de recalcarnos a diario que el campo no era profesión de futuro.
La manida frase tantas veces usada: ¡Hijo mío, estudia para que seas algo en la vida! ¡Esto no da dinero, el campo es para quién no sabe hacer otra cosa!

Seguro que os suena…

Ahora, necesitamos ir al revés. Hay que crear conciencia, empezando por los más jóvenes, de que es necesario trabajar y cuidar el campo. Bien formados e instruidos.

Hay que volver a los pueblos y mostrar al mundo el inmenso patrimonio cultural y natural que poseen. Así como sus costumbres, la gastronomía local, los productos locales artesanos y típicos. Incluir a todos sus habitantes para volver a generar vida. Desarrollar una economía sostenible, riqueza propia y alegría de vivir. Sí señor.

Desde la ADR Buscatierras, trabajamos a diario, desde hace siete años con la voluntad de crear riqueza y empleo en los pueblos, revertir esta situación desfavorable que padecen sobre todo los municipios pequeños. Buscamos que la gente vuelva feliz y creativa a impulsar la vida en el medio rural.

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